sábado, octubre 07, 2006

Ecos del Grupo II del CECLUB

A priori tres equipos eran los claros candidatos a las dos plazas para la final a cuatro de Lugo. Se cumplieron los pronósticos y hubo una lucha encarnizada hasta el último minuto de competición. No es una frase hecha, ya que el segundo clasificado se decidió en los apuros de tiempo de la única partida que aún quedaba en juego: Karjakin-Bauer. El resultado final de tablas dio el pase al Linex Magic y al Cuna de Dragones. Hecho histórico y muy significativo, puesto que nunca antes un equipo extremeño había logrado un pase a las semifinales y este año lo han conseguido dos. El lado amargo le toco al equipo local, el Gros , que a pesar de ser el único que no había perdido ningún encuentro, se quedó fuera por el sistema olímpico de puntuar los encuentros.

Otro aspecto deportivo que es muy destacable es la buena sensación que dieron algunos jugadores nacionales ante rivales de primera fila mundial. El caso más llamativo es el de el joven jugador valenciano Valmaña que con sus 2284 derrotó a los grandes maestros Harikrishna (2682, GM) y Romero Holmes (2501, GM), plantando dura batalla también a Zhang (2622, GM). Otro joven destacable es el también valenciano M. Fernández (2215) que derrotó en primera ronda a Mario Gómez (2491, GM) y en la segunda entabló contra E. Rodríguez (2440, MI). Ya a otro nivel, algunos de los jugadores españoles más consagrados también hicieron buenos resultados individuales: Arizmendi (2542, GM) frenó muy dignamente a algunos de los mejores del mundo (Aronian, Gelfand y Mamedyarov) en el tablero 1. Perez Candelario (2513, MI) hizo un buen papel con una actuación superior a 2600. Romero Holmes (2501, GM) derrotó a Shirov (2716, GM), mientras que Gómez Esteban (2491, GM) logró una gran partida ante Sargissian (2667, GM). No fue el torneo de Shirov, que como todos sabemos es un jugador que, a pesar de su enorme talento, tiene altibajos y a buen seguro que en los próximos torneos conseguirá muy buenos resultados para el ajedrez nacional.

Para finalizar, hay que resaltar que hubo mucha lucha, pero que siempre reinó la deportividad y el compañerismo entre todos. Es bonito, por ejemplo, que a la hora de las comidas o cenas los jugadores de los distintos equipos compartieran mesa, risas e incluso algunas copas de vino.

Pasando ya al tema organizativo, sólo decir que fue un éxito rotundo, ya que a día de hoy no se me ocurre nada que se pueda mejorar. El trato en el hotel y por parte del equipo anfitrión fue magnífico, como cabía esperar. Bueno, quizás lo único malo fue que llovió durante esos días y no pudimos disfrutar de las maravillas de la ciudad, pero esto no es culpa de nadie. [Vía]

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